Los culpables del homicidio del rapero han recibido una condena de entre 15 a 20 años de prisión.
El Ministerio Público indicó que luego de las conclusiones en la audiencia del juicio oral los acusados Gilbert Cruz, Edgar Trillo y Teresa Pinto, fueron sentenciados a 17 años y cuatro meses por los delitos de obstrucción a la administración de justicia y asociación para delinquir, simulación de hecho punible y corrupción propia agravada.
Mientras que Solangela Mendoza recibió una condena de 15 años y seis meses por delitos de obstrucción a la administración de justicia y asociación para delinquir, financiamiento al terrorismo y encubrimiento.
Por su parte, Marcos Pratolongo fue condenado a 20 años y 6 meses de prisión por los delitos de homicidio internacional calificado con alevosía y por motivo fútil en grado de cómplice no necesario y simulación de hecho punible, obstrucción a la administración de justicia, asociación para delinquir y financiamiento al terrorismo.
Tirone José González Oroma, popularmente conocido como “Canserbero” fue un rapero, compositor y activista venezolano que murió bajo extrañas consecuencias el 20 de enero del 2015.
Su cuerpo fue encontrado en las afueras del edificio Camino Real de la urbanización Andrés Bello, en Maracay. Al principio los medios especularon que se había tratado de un suicidio luego de presuntamente acabar con la vida de su amigo, Carlos Molnar.
Las primeras declaraciones del hecho emitidas a la prensa se hicieron por parte del hermano de Natalia Améstica, novia de Carlos Molnar y ex manager del artista.
Entre cámaras de seguridad apagadas, ventanas sin vidrios rotos, ausencia de pruebas que incriminarán un supuesto homicidio por parte del cantante y una suma importante de dinero perdida, el caso cerró en el 2015.
En el 2023 el Ministerio público reabrió el caso bajo órdenes de Tarek William Saab, Fiscal General de Venezuela, quien también tomó el caso en el 2015. Saab trasladó el caso de Maracay a Caracas e inició investigaciones desde cero a causa de las contradicciones existentes.
El resultado de la investigación aclaró que Canserbero no sufría ninguna enfermedad mental, las declaraciones de Guillermo Améstica fueron falsas, por el contrario, solo entorpeció la investigación.
Améstica nunca llamó a emergencias y el lugar de los hechos fue totalmente alterado.
Los hermanos Améstica fueron arrestados el 26 de diciembre del 2023 y confesaron los delitos cometidos que llevaron a la muerte de Canserbero y Carlos Molnar.